En los últimos años, una teoría de la conspiración ha ganado fuerza en Internet, afirmando que existía una civilización tártara avanzada antes de que un llamado “reinicio global” la borrara de la historia. Esta teoría sugiere que los tártaros eran una civilización global muy avanzada que floreció en gran parte del mundo, solo para ser destruida deliberadamente y su existencia encubierta por las potencias modernas. Los defensores de esta teoría creen que los restos arquitectónicos, los mapas ocultos y los textos históricos olvidados contienen pistas sobre este imperio perdido.
Sin embargo, los historiadores convencionales rechazan en gran medida la idea, considerándola una mezcla de malas interpretaciones y pseudohistoria. Entonces, ¿qué es la civilización tártara y cómo surgió esta teoría?
La civilización tártara: una descripción general
Según los creyentes, Tartaria (o Tartaria) era un vasto imperio que se extendió por gran parte de Asia, Europa e incluso partes de América del Norte, mucho antes del surgimiento de las naciones modernas. Este imperio supuestamente estaba centrado en la actual Rusia y Asia Central, con su capital en una ciudad ahora perdida llamada Gran Tartaria. Se dice que los tártaros poseían tecnologías avanzadas, incluida la energía libre, maravillas arquitectónicas y sofisticados sistemas de transporte, mucho más allá de lo que se nos dice que existía en el pasado.
Muchos afirman que la civilización fue aniquilada durante un evento catastrófico, a menudo denominado reinicio global, que borró la mayoría de los rastros de su existencia. Este reinicio podría haber sido causado por un desastre natural, una guerra global o un acto deliberado de entidades poderosas que buscaron reescribir la historia para sus propios fines.
Pistas arquitectónicas:
¿El imperio perdido?
Los partidarios de la teoría tártara suelen señalar edificios impresionantes de los siglos XVIII y XIX, especialmente aquellos con grandes cúpulas, agujas y piedra intrincada, como evidencia de la existencia de Tartaria. Argumentan que muchas de estas estructuras, como catedrales, edificios estatales y palacios, no podrían haberse construido con la tecnología disponible en ese momento. Creen que estos edificios fueron originalmente parte del imperio tártaro, pero luego fueron reutilizados o atribuidos falsamente a otras culturas.
Uno de los ejemplos más notables que se citan son las Exposiciones Universales de los siglos XIX y principios del XX. Algunos creen que las grandiosas estructuras construidas para estos eventos, como las de Chicago (1893) y París (1889), fueron reliquias de la arquitectura tártara, supuestamente desmanteladas después de que terminaron las ferias. Sin embargo, los historiadores sostienen que estos edificios eran estructuras temporales, construidas con el propósito específico de las ferias y no restos de un imperio olvidado.
El reinicio global: ¿qué sucedió?
La idea de un reinicio global se refiere a un período de la historia en el que esta supuesta civilización avanzada fue aniquilada y surgió un nuevo orden mundial en su lugar. La teoría sugiere que poderosas fuerzas globales, ya sean gobiernos, sociedades secretas o incluso influencias extraterrestres, borraron deliberadamente la existencia de Tartaria del registro histórico. Según esta visión, la historia tal como la conocemos ha sido reescrita, y los principales eventos mundiales y el desarrollo de las naciones modernas se presentan en una narrativa manipulada.
Los partidarios de esta teoría sostienen que muchos documentos históricos fueron alterados o destruidos durante el siglo XIX, coincidiendo con acontecimientos como la expansión colonial, la Revolución Industrial y el surgimiento del Estado-nación moderno. Sostienen que la guerra, los desastres y las revoluciones durante esta época se utilizaron como excusa para eliminar la infraestructura y el conocimiento tártaros que quedaban.
Mapas y evidencia histórica
Una de las piezas clave de “evidencia” de la civilización tártara es una serie de mapas antiguos que etiquetan grandes partes de Asia y Rusia como “Tartaria”. Estos mapas, a menudo de los siglos XVI al XVIII,
muestran a Tartaria como una vasta región, lo que lleva a algunos a creer que era un imperio que se extendía por gran parte del mundo. Sin embargo, los historiadores explican que “Tartaria” era simplemente un término utilizado por los europeos para describir los territorios vagos y poco comprendidos de Asia Central habitados por varios pueblos nómadas, como los mongoles y los tártaros.
Además, los partidarios de la teoría citan textos y artefactos poco conocidos que hacen referencia a Tartaria, aunque muchas de estas afirmaciones se basan en interpretaciones erróneas de registros históricos. Por ejemplo, las referencias antiguas a los “tártaros” (un grupo real de personas) a menudo se confunden con los míticos tártaros.
Rechazo generalizado de la teoría tártara
Los historiadores y arqueólogos rechazan en gran medida la idea de una civilización tártara como pseudohistoria. Argumentan que la supuesta evidencia de Tartaria se basa en una interpretación errónea de registros históricos, arquitectura y mapas. Si bien es cierto que los europeos alguna vez llamaron Tartaria a vastas regiones de Asia Central, este era simplemente un término geográfico, no una indicación de una civilización avanzada y perdida. Las maravillas arquitectónicas que los teóricos tártaros afirman como evidencia generalmente se explican a través de un contexto histórico bien documentado.